Los tintineos de las campanas se comienzan a escuchar en las calles, en los portones de las casas se asoman las máscaras con sus colores y cintas, se siente una energía particular: los Diablos están por Danzar.
Cada año en el pueblo de Naiguatá (La Guaira, Venezuela), los Diablos toman las calles el miércoles y jueves de Corpus Christi para danzar en honor al Santísimo Sacramento; una tradición en la que la devoción católica se entremezcla con el arraigo, el sentido de pertenencia e incluso la diversión.
Los Diablos - de todas las edades y sin distinción de género - danzan según el cumplimiento de sus promesas y sus convicciones así lo determinen, guiados por el ritmo de los tambores que hacen vibrar el ambiente y conectan con la experiencia de cada participante.
Taniusha Sophia