El domingo 31 de mayo se celebró al 57 edición del Velorio de Cruz de Mayo en el sector El Rincón de Naguanagua, organizada por la familia Ramírez.

Esta edición, estuvo marcada por el halo de la cuarentena, y el de la ausencia de uno de los miembros de la familia, quien falleció en diciembre, y cuya devoción por la Cruz de Mayo era contagiante para el resto de los familiares y amigos.

A pesar de las condiciones adversas, esta familia decidió llevar a cabo esta tradición de la zona. No hicieron convocatoria, todo lo fueron manejando de forma íntima y con discreción. Sin embargo, esto no desmotivó a la veintena de personas que de manera espontánea se fueron apareciendo a lo largo del día, "para ver si subirían la Cruz", y así fue.

En medio de anécdotas, risas, bromas, oraciones, canciones, y algún recuerdo de los que ya no están, el propósito de la tradición se mantuvo intacto y cumplió su cometido: unir a los presentes.

Los rinconeros siguen con mucho orgullo esta manifestación cultural, es una de sus tradiciones más antiguas y de mayor empatía entre los nativos de esta localidad.